Cuando llegamos a esta ciudad hace ya casi una semana, nos sorprendió el que por lo menos en las calles más centricas, tienen contenedores de basura grandes al igual que hay en España. También nos sorprendió el que usen parquímetros. Esos "avances tecnológicos" nos los hemos visto en el Perú.
Al ser Domingo, durante toda la jornada la ciudad parecía un dormitorio de fantasmas, con las calles desiertas y practicamente todos los comercios cerrados. Ni tiendas, ni restaurantes ni puestos de información. Aprovechamos para ir a saludar al que es el Cristo más alto del mundo. Sí, por unos 3 metros es más alto incluso que el de Brasil.
Al día siguiente la ciudad recuperó su ritmo de vida normal y las calles se llenaron de vendedorxs de comida, tiendas de todo tipo y tráfico constante. También sus fabulosos mercados que tanto nos gustan resucitaron para alimentarnos a base de macedonias de frutas con yogur. ¡Deliciosas!
La ciudad en si no es muy bonita, pero decidimos dedicarle unos días para que yo me terminara de recuperar de mis leves contusiones, reponer fuerzas y que no tuvieramos nada en que pensar durante algún tiempo.
La ciudad en si no es muy bonita, pero decidimos dedicarle unos días para que yo me terminara de recuperar de mis leves contusiones, reponer fuerzas y que no tuvieramos nada en que pensar durante algún tiempo.
Descubrimos unos multicines que calcan el estándar europeo con sus grandes salas, palomitas de maíz (aquí llamadas Pipocas) y salón recreativo, pero a un precio super económico. 2 euros nos costó a cada uno el ver una producción boliviana llamada "Escríbeme".
Pero como estábamos descansando durante los dos días siguientes no pudimos evitar volver a ver las últimas pelis de Bruce Willis y otra que produce Peter Jackson. Incluso esta última nos costó 1 euro a cada uno por ser el día de espectador. ¡Pero que precios señora! La verdad es que echaba de menos ir al cine y sobre todo disfrutar de las versiones originales.
También nos pegamos una excursioncita a la cercana localidad de Sipe Sipe para subir a lo alto de un monte, ver unas antiguas ruinas incas llamadas Inkarakai y también ver Cochabamba de lejitos. Mirad que bonita panorámica.
Trás este atracón de pantalla grande,a mediados de semana tomamos un destartalado bus que nos condujó a un pequeño pueblo de la sierra llamado Toro Toro. Esta localidad está rodeada de miles de huellas de dinosaurios e interesantes parajes naturales que además están considerados Parque Nacional.
Lo primero que descubrimos fue la maravillosa caverna de Humajalanta. Esta es la caverna más profunda de toda Bolivia y en ella nos sumergimos con la ayuda de un guía. Nunca habíamos practicado la espeleología y nos pareció una experiencia magnífica. En plena oscuridad alumbrados por nuestros frontales saltamos rocas, nos introducimos por orificios donde no cabe cualquiera y vimos la grandísima belleza de estalactitas, estalagmitas y demás esculturas naturales. Hasta 150 metros bajamos.
Lo primero que descubrimos fue la maravillosa caverna de Humajalanta. Esta es la caverna más profunda de toda Bolivia y en ella nos sumergimos con la ayuda de un guía. Nunca habíamos practicado la espeleología y nos pareció una experiencia magnífica. En plena oscuridad alumbrados por nuestros frontales saltamos rocas, nos introducimos por orificios donde no cabe cualquiera y vimos la grandísima belleza de estalactitas, estalagmitas y demás esculturas naturales. Hasta 150 metros bajamos.
El segundo día fuimos a ver una zona donde están conservados magníficamente los fósiles de las huellas de dinosaurio. Se distinguen perfectamente los pasos de los ya extinguidos animales.
Después de esto caminamos por el cañón del río que lleva el mismo nombre que el pueblo y el parque nacional. Mo tenía practicamente agua ya que la temporada de lluvias no comienza hasta diciembre y aprovechando esto, brincamos de piedra en piedra imaginándonos algunas veces que eramos fontaneros o puercoespines jeje.
Llegamos a una zona muy bonita donde tomamos un rico baño llamada El Vergel, donde caía una cascada que nos golpeó y refrescó. Después del baño subimos hasta un mirador que está construido sobresaliendo por el borde del cañón de manera que ves todo bajo tus pies. ¡Daba bastante respeto!
Esa tarde nos la tomamos libre y esta mañana prontito hemos tomado el bus de vuelta a nuestra ya conocida Cochabamba.
Como esta noche es Halloween y nos la vamos a pasar en un autobús dormilando hasta llegar a Sucre, hemos decidido que lo vamos a celebrar por la tarde viendo Pesadilla antes de Navidad en 3D.
Nos despedimos hasta más escribir y aprovechamos para agradecer de primera mano todos los comentarios que dejais en los posts. ¡Aunque queremos más! A ver si os animáis. Muchísimos besos con forma de calabaza con ojos.
Hola guapos, no os imaginais como me gustaria haber estado con vosotros en la cueva y luego siguiendo las huellas de los dinusarios.
ResponderEliminarCuando llegueis a Argentinna, a la peninsula Valdes, ademas de ver las ballenas, las orcas, los elefantes marinos y a los pigüinos, pasarod por el mueseo de dinosarurios de Trewelez.
Un besazo y a continuar
Guauuu...¡Que envidia! Pensar en que uno se va a Cochabamba y se ve una tras otra todas las pelis,me ha resultado apasionante..
ResponderEliminarBueno lo de la cueva,y el cañon esta muy bien..pero vamos qe Indiana es Indiana.
Un beso y que sigais asi de bien
Jopeee k envidia, estoy deseando aprender a andar para ir tras vosotros... os voy a ir siguiendo las huellas!!!!
ResponderEliminarLas fotos son preciosas y a mis papis les da cada vez más envidia ver vuestro blog!!!
un besote enorme y disfrutar cada segundo que os espero en málaga para que me conteís con detalle!!!
besitos
Weee que nos de envidia que esto de viajar es un stresss, no se para!! jajajaja. Oye, el o la que ha publicado comentario anónimo... fírmalo! que no sabemos quien eres. Besitossss
ResponderEliminarMe da un poco verguenza,pero como lo preguntas...padre de Juan
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